¿Le pedimos a Dios que nos ayude a tener un corazón de líder como el del apóstol Pablo? Criticamos a los líderes espirituales que nos rodeaban. A veces tenemos razón, a veces, no. Jesús nos advirtió de que habrían personas enseñando lo que la gente desea oír en vez de la verdad de parte de Dios, como lo hicieron los profetas y apóstoles, cuyos mensajes son recordados para nosotros por nosotros hoy en día en la Palabra de Dios, el libro santo, la Biblia.
Pero debemos acordarnos de que si hay falsos profetas, también hay verdaderos. Si hay los que enseñan con falsedad, hay los que enseñan con sinceridad. Si hay los que conducen a quienes les escuchan hacia la muerte con seducciones y mentiras, también hay los que conducen hacia la vida diciendo la verdad de parte del Señor Dios. Si hay personas cristianas que enseñan en contra de Cristo aunque haciéndolo en el nombre suyo, también hay los que enseñan el mensaje de Cristo con verdad y con su aprobación.
Antes de reflexionar sobre el corazón de líder que nos muestran las Escrituras Santas a propósito del apóstol Pablo, preguntémonos a nosotros mismos: ¿Cuales son nuestras actitudes interiores con respecto a la gente bajo nuestro liderazgo? ¿Cómo actuamos en asuntos que pertenecen a nuestra responsabilidad hacia otros? ¿Ponemos los intereses de otros delante de los nuestros? ¿Oramos por ellos? ¿Tenemos relaciones caracterizadas por la verdad, la sinceridad y la fidelidad hacia lo que Dios nos manda?
El corazón de líder del apóstol Pablo (según 2 Corintios)
Estamos ahora listos para extraer de la segunda carta de Pablo a los Corintios algunas de las características de su liderazgo manifestadas en esa carta. Antes de leer lo siguiente, y después de haber leído el presente artículo, les ánimo a escuchar para sí mismo 2 Corintios, versión Palabra de Dios para Todos dramatizada en YouVersion.
Lo que a mí me impactó después de haber leído esta carta unas veces en varias traducciones fueron, primero, la sinceridad del apóstol. Lo que enseguida me parecía sobresalir de esa carta fue su confianza en Dios, su apoyo sobre las fuerzas de Dios y no las suyas. También me impresioné por el hecho que él hablaba de manera franca y verdadera.
No menos impresionante es que renunció a poner su reputación personal como más importante que lograr bien su función de embazador para Cristo. Eso incluyó la audacia para decir lo que a los demás no les gustaban oír aunque lo necesitábamos para crecer y su celo por hablar el mensaje de Dios a quienes Dios quería que fuera dicho de parte suya. Me intrigó y edificó notar su sensibilidad al dejar de lado una puerta abierta de parte del Señor para predicar el Evangelio, cuando uno de sus colaboradores necesitaba su cuidado (2 Corintios 2.12-13).
También se puede ver en esa carta de Pablo a los Corintios el reconocimiento suyo de que su santidad le viene de Dios y no de sus propios esfuerzos o de su celo propio. Pablo se apoyó en la forma de hacer conforme a la voluntad de Dios y a la fe en Él, en vez de confiarse en las maneras del mundo, para luchar en contra de los obstáculos (2 Co 5).
De hecho, Pablo sabe que él está luchando en contra de razonamientos que se oponen al conocimiento de Cristo y de Dios, así que él habla para destruir aquellos obstáculos. Pero eso lo hace con las fuerzas y los métodos de Dios, orando y confiando en el Espíritu de Dios para hacer el trabajo dentro de los corazones, para darles la vida, para traerles la paz que hay en Cristo Jesús, para crear luz donde hay tinieblas. ¿Qué más? Muchas veces en 2 Corintios y en sus otras cartas, Pablo demuestra su amor profundo e interés sincero hacia las personas que Dios puso bajo su liderazgo para que conozcan a Cristo y crezcan en Él.
El corazón de líder que el ejemplo de Pablo nos invita desarrollar
¿Cuales efectos puede tener el ejemplo de Pablo sobre nosotros del siglo veintiuno? Todos tenemos carga de liderazgo en ciertas circunstancias y en ciertos círculos o plataformas. ¿Cómo el ejemplo del apóstol Pablo nos inspira y anima para mejorar en algún aspecto u otro de lo que se haya mencionado aquí? ¿Hay una cosa en particular que el Espíritu de Dios le habla a su espíritu, de manera que pudiéramos confiar en Él para crecer al respecto? ¿Crecer en nuestra fe? ¿Crecer en nuestra obediencia? ¿Crecer en nuestro amor y sensibilidad para los amados de Dios con quienes tenemos una relación de liderazgo?
¡Ojala necesitemos crecer en nuestra aceptación y recepción del amor de Dios para nosotros! ¡Crecer en nuestro amor hacia Dios, nuestro Padre, hacia Cristo, su Hijo, hasta el Espíritu Santo que vive por dentro de nosotros por la fe en Cristo Jesús que nos dio a Dios. ¡Este Espíritu que es Cristo y que nos da la salud eterna y la paz de corazón ahora mismo!
Puede usted comunicarse conmigo según las indicaciones que están bajo Preguntas u observaciones.
Daniel Garneau, B Th, B Com, MA;
Publicado : el 19 de febrero de 2018;
Modificado : los 5, 6 y 8 de marzo de 2018.
Todos no tenemos el carisma o aptitudes para el liderazgo personal, pero todos podemos hacer lo que está a nuestro alcance para colaborar con nuestro Creador en la consolidación de su reino, el cual está en medio nuestro creciendo como un árbol hasta su plena manifestación que sucederá cuando la cizaña sea apartada para que los «hijos del Reino» puedan experimentar la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Comentario de Ben Adonai, Ekklesia Viva (http://www.foroekklesia.com/), sección «Doctrina bíblica y Teología», artículo «¿Tenemos un corazón de líder?».
Gracias BenAdonai por tu comentario. Etoy de acuerdo con lo que dices.
También debemos siempre acordarnos que no importa lo que hacemos para Dios, las actitudes personales demostradas de parte de Pablo cuando ejercía su liderazgo deben inspirarnos. A veces pensamos que el liderazgo cristiano es como el del mundo, con actitudes malas. Todos nosotros, no importa cuales son nuestros dones específicos, debemos vivir como le dice Dios en la Biblia.
Que Dios te bendiga, querido BenAdonai.
ForoEkklesia (http://www.foroekklesia.com/), «Doctrina bíblica y Teología».