Preferencias confesionales

¿Son buenas o malas las preferencias confesionales y las denominaciones cristianas? Unos consideran que es mejor alejarse de todas raíces confesionales incluso de denominaciones cristianas evangélicas. Según ellos, las iglesias no confesionales serían una mejor opción cristiana que de funcionar por dentro de una afiliación confesional. De este punto de vista, las preferencias confesionales de una persona son como una forma de participar a las divisiones que hay por dentro del cuerpo de Cristo hoy en día.

Eso equivale, dicen ellos, con la crítica del apóstol Pablo a los Corintios:

Algunos de ustedes dicen: «Yo soy seguidor de Pablo». Otros dicen: «Yo sigo a Apolos» o «Yo sigo a Pedro […]» (1 Co. 1.10).

Pero no hay que olvidar lo que dijo Pablo inmediatamente después en 1 Co. 1.10:

Algunos de ustedes dicen: «Yo sigo únicamente a Cristo».

En cuanto a mí tengo mucho respeto para todos los que son afiliados a las denominaciones cristianas evangélicas que existen como también para los que prefieren afiliarse con iglesias no confesionales. Eso no puede ser de ningún otro modo a causa de la gran diversidad de personas que Dios mandó hacia mi antes de que le conocí, como también los varios ámbitos cristianos evangélicos donde participé después de mi conversión personal al Señor Jesus Cristo como Salvador y Maestro de mi vida.

¿Son buenas o malas las preferencias confesionales y las denominaciones cristianas? Mateo 6.33.
Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa (Mateo 6:33)

Con respecto a este importante cuestionamiento, leí en los Foros Cristianos Evangélicos Ekklesia Viva un gran número de entradas de una discusión sobre las diferencias entre bautistas, pentecostales y otras denominaciones cristianas evangélicas (incluyendo – a veces enfocando – los sin afiliación confesional). Eso me dio la oportunidad de visitar de nuevo mi experiencia cristiana a la luz del aporte de los grupos mencionados acá. Reproduzco aquí mi respuesta en este foro – ver la entrada mía, número 108, publicada el 26 enero 2014, por dentro de la discusión Evangelicos Bautistas, Pentecostales,  Asembleas de Dios, Libres… ¿Cual es la diferencia? Aquí está:

«Fui criado en un contexto católico romano donde nunca se abrió la Biblia. Como adolescente y joven adulto, dejé toda forma de cristianismo. A las 18 años de edad me fui de mi provincia natal de Quebec (en el este del Canadá) hacia la provincia de Ontario (también en el este del Canadá) donde por primera vez encontré protestantes en un café cristiano. No sé que denominación eran porque eso no fue mencionado. Pero abrieron la Biblia conmigo y me mostraron algunas cosas de las cuales nunca había oído yo, como Jesús tenía hermanos, y Cristo era el último sacerdote, y otras cosas semejantes. No me convertí, pero aquellos cristianos plantaron cuestiones nuevas en mi corazón.

«Después me fui en Alberta y en Columbia Británica, provincias en el oeste del Canadá donde encontré cristianos sin denominación que también me hablaron de Dios con la Biblia. Dios estaba consiguiendo su trabajo en mi vida. La escuela bíblica en la cual estudiaron aquellos era evangélica sin afiliación confesional, si no me estoy equivocando. De Cristo me hablaron, del saludo, de la necesidad del arrepentimiento. El último punto, no era listo oírlo ya.

«En el mismo periodo de tiempo me fui a Vancouver, en Columbia Británica, donde me invitaron a los que, en los años 1970, llamaban «Jesus Freaks». Fui bautizado de inmediato en el Océano Pacífico tras el testimonio de ellos. Pero después me puse a dudar y a pecar. No me quedé con una vida de arrepentimiento.

«Regresé a Calgary, Alberta, ya en el oeste de Canadá, y encontré gente de una iglesia Pentecostal que me bautizaron otra vez, insistiendo que debiera hablar en lenguas. No hablé en lenguas, pero participé en la vida de los cristianos de esta iglesia que me acogieron en su casa y fueron amigos conmigo para algunos años.

«No me acuerdo muy bien cuando en este periodo de vacilación entre la fe y la duda, encontré, durante un viaje de autostop, un muchacho del mismo edad que yo (alrededor de los 20 años) que fue criado en una familia cristiana. El muchacho, utilizaba su conocimiento de la Biblia para criticar el cristianismo como si fuera una locura pura. Yo me había leído solo un poquito de la Biblia, así que no sabía yo de nada como responder a esta persona.

«En la confusión general de mis vacilaciones entre duda y fe, yo oré a Dios que si existe, me enviará alguien que conozca la Biblia para responder a este muchacho, porque yo no sabía como. Se me había leído que Dios quiere que todo hombre sea salvado y que Dios respondió a toda oración según su voluntad.

«Bueno, el hombre que nos tomó en su coche a partir de este momento de autostop nos dijo algo así : «Nunca yo tomo autoestopista en mi coche, pero Dios me pidió hacerlo para ustedes dos». Él mencionó eso antes de que dije yo una sola palabra. Y tenía él una Biblia en un lugar muy evidente de su coche. Nunca se me he olvidado eso. No tengo ningún idea de su afiliación confesional cristiana. El muchacho no escuchó de nada lo que el hombre cristiano respondía a las oposiciones en contra del cristianismo. Pero nunca olvidé lo que Dios hizo en este día, respondiendo a mi oración.

«Conseguí en los pecados de la juventud hacia que regresé en mi provincia natal y encontré un amigo de mi padre quién era bautista y muy enamorado de las profecías bíblicas del final de los tiempos. Uno de sus temas central en la evangelización era : si no te arrepientas, iras en el infierno. Otros eran que Cristo tomó el pecado de todos y que podemos saber que iremos con Él si creemos, mostrándole por una vida que sigue lo que Cristo nos enseñ­ó.

Nada de eso me convenció de arrepentirme, pero todo eso me impresionó muchísimo. Preferí vivir con la culpabilidad, acabando considerarme a yo mismo como una clase de agnóstico.

«Algún día, después de todo eso, decidí delante de Dios arrepentirme en serio y definitivamente. Lo hice después de haber participado en unos servicios cristianos de una iglesia bautista en la ciudad de Quebec. Nunca me cambié la mente después.

«Me parece que no hay que perder de vista que Dios usa cristianos de todos los grupos para hacerse conocer en todas clases de ámbitos. La iglesia bautista fue muy buena para mí porque tenían un enfoque muy grande en la enseñanza de las Escrituras además de estar muy dinámicas con el evangelio y para ayudar a los jóvenes cristianos de involucrarse en el ministerio.

«Una vez que fui cristiano, desde 1977 hasta ahora, estudié la Biblia en dos escuelas de teología bautistas, una en Quebec, para empezar, otra en Ontario, para acabar con B Th. Todo esto me dió la oportunidad de participar en la vida de iglesias bautistas muy abiertas a los demás a veces que muy enraizadas en la Biblia, pero otras fueron legalistas y faltaron a veces de respeto por sus propios socios y por los demás iglesias. Pero en general el bueno sobrepasa el malo.

«Es fácil para mi hacer amigos con cristianos de otros grupos a causa de mi historia de conversión. Estos amigos me ayudarón a comprender que ellos también tienen iglesias con varias problemáticas muy semejantes, por ejemplo, para el respeto de las demás iglesias o de cristianos de otros grupos. También tengo amigos que tienen involucración de largo playo en iglesias pentecostales que tienen una reputación impecable por delante de los no cristianos y de los católicos de la región del mundo donde vivo yo. Lo mismo se aplica a las iglesias bautistas donde fue yo encargado de servir el Señor.

«Desde 1998, soy socio de iglesias angelicales no confesionales. Dios condujo las circunstancias de mi vida así. No perdí el respeto para mis origines cristianas. Cuando escucho argumentos como si no tener una denominación era mejor que tener una, no estoy muy cómodo con esto. Pablo a los Corintios criticó no sólo los que decían «somos de Pablo, de Pedro, de Apolos», pero también «somos de Cristo». No me siento la libertad delante de Dios para decir que mi camino es mejor que el de otro. Pero también es imposible hacer la obra de Cristo sin ponerse de acuerdo sobre convicciones y con principios básicos.

«Iglesias que tienen cien años o más de existencia no pueden negar esta historia. Iglesias que nacieron en las 20 o 30 años tienen la posibilidad de elegir su nombre y a veces sus afiliaciones, agrupándose alrededor de un acuerdo no confesional. Es lo que prefiero, pero los cristianos respetando la Biblia que se quedan por dentro de denominaciones tienen no sólo mi respeto, pero también, estuviera listo para servir Dios acá si Él me lo pidiera.»

Favor de juntarse a mi sobre los Foros Cristianos Evangélicos Ekklesia Viva para leer el contexto del presente artículo y intercambiar más sobre los  Evangelicos Bautistas, Pentecostales,  Asembleas de Dios, Libres… ¿Cual es la diferencia. ¿Además, desea usted involucrarse con nuestra comunidad de dialogo acerca de la fe cristiana? ¡Venga a visitarnos! Podrá usted comunicar con nosotros en francés, inglés, o español. También, ¿Porqué no dejar una nota sobre el tema de este artículo en la caja de comentarios abajo?

Daniel Garneau, B Th, B Com, MA,
El 7 de junio de 2018.

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Palabras clave: denominaciones cristianas evangélicas; preferencias confesionales; iglesias no confesionales; afiliación confesional; raíces confesionales.

Autor: Daniel Garneau

Daniel Garneau, B Th, B Com, MA, es fundador del sitio Savoir et croire .ca. Su objetivos primordiales son : animar a los cristianos que han perdido toda esperanza de saber vivir para Cristo; favorecer la comprensión de lo que es el cristianismo; contribuir a levantar los prejuicios en contra de aquellos que se identifican a Cristo en sus vidas diarias y se atreven a hablar de eso; ayudar a aumentar la aceptación recíproca entre las diversas tradiciones cristianas que se quedan vinculados con la Palabra de Dios.

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