Algunos vagaban sin hogar, con sed y estaban a punto de morir (Salmo 107:4). Algunos estaban en oscuridad y en una profunda penumbra; se rebelaron contra las palabras de Dios (Salmo 107:10-11). Algunos fueron necios, se rebelaron y sufrieron por sus pecados; no podían ni pensar en comer, y estaban a las puertas de la muerte (Salmo 107:17-18). Algunos tambaleaban y daban tumbos como borrachos, no sabían qué más hacer (Salmo 107:23-27).
¡Socorro, Señor!, clamaron en medio de su dificultad, y él los rescató de su aflicción, o de su dificultad (Salmo 107:6, 13, 19, 28). Cada vez que las personas identificadas con cualquier tipo de desesperación, no importa la razón por la cual eran afligidos, Dios habló con su palabra poderosa y intervino, nos muestra el Salmo 107. Los justos se alegran de eso (Salmo 107:42). Los sabios toman todo eso muy en serio y ven cuentas manifestaciones del amor de Dios en su historia propia (Salmo 107:43).
¡Den gracias al Señor, por que él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. ¿Los ha rescatado el Señor? ¡Entonces, hablen con libertad! Cuenten a otros que él los ha rescatado de sus enemigos (Salmo 107:1-2). ¿Por qué no lo hiciera aquí mismo, respondiendo con una testimonia de lo que Dios está haciendo ahora en su vida?