Leyendo los Salmos 24-34 tratando responder preguntas como las siguientes puede ayudarnos sacar sentido para nosotros viviendo muchos años después en otro contexto:
- ¿Qué clase de persona se acerca a Dios?
- ¿Con qué actitud de corazón se presentan por delante de Dios?
- ¿Qué es lo que hace Dios para los que le obedecen porque se confían en él?
Aquellas preguntas – que pueden ayudarnos apropiarse otros Salmos también – nos invitan considerar con cual clase de disposición nos presentamos por delante de Dios. ¿Creemos que en realidad él tiene poder sobre todo lo que nos preocupa (Salmo 24)?
Fuente: Venir a la Biblia para encontrar a Dios de la sección Saber del sitio Savoir et croire. ca (saber y creer).
¿Decimos, con David?
- Oh Señor, te entrego mi vida. ¡Confío en ti, mi Dios (Salmo 25:1)!
- Siempre estoy consciente de tu amor inagotable (Salmo 26:3a).
- Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me mantendrá cerca. Enseña me cómo vivir, oh Señor. Guía me por el camino correcto, porque mis enemigos me esperan (Salmo 27:10-11);
- A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía... (Salmo 28:1)
- ... Prorrumpo en canciones de acción de gracias (28:7b).
¿Nos ayuda, con David, imaginarse que «la voz del Señor resuena con relámpagos [...] hace temblar al lugar desolado» (Salmo 29:8), aplicando esta imagen a crisis que vivimos, orando, «el Señor gobierna las aguas de la inundación» (Salmo 29:10a)?
Fuente: Venir a la Biblia para encontrar a Dios de la sección Saber del sitio Savoir et croire. ca (saber y creer).
¿Decimos, con David?
- Oh Señor, te entrego mi vida. ¡Confío en ti, mi Dios (Salmo 25:1)!
- Siempre estoy consciente de tu amor inagotable (Salmo 26:3a).
- Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me mantendrá cerca. Enseña me cómo vivir, oh Señor. Guía me por el camino correcto, porque mis enemigos me esperan (Salmo 27:10-11);
- A ti elevo mi oración, oh Señor, roca mía... (Salmo 28:1)
- ... Prorrumpo en canciones de acción de gracias (28:7b).
¿Nos ayuda, con David, imaginarse que «la voz del Señor resuena con relámpagos [...] hace temblar al lugar desolado» (Salmo 29:8), aplicando esta imagen a crisis que vivimos, orando, «el Señor gobierna las aguas de la inundación» (Salmo 29:10a)?
Fuente: Venir a la Biblia para encontrar a Dios de la sección Saber del sitio Savoir et croire. ca (saber y creer). También: ¿Cuando todo va mal, pour qué no orar con el rey David, «el Señor gobierna las aguas de la inundación» (Salmo 29:10a)?
Frente a la desesperación, no perdemos de vista toda esperanza porque de verdad: «El llanto podrá durar toda la noche, pero con la mañana llega la alegría» (Salmo 30:5b). En vez de desesperarse, podemos decirle a Dios lo que sentimos. Como los salmistas, y con ellos, podemos orar, por ejemplo, «Ten misericordia de mí, Señor, porque estoy angustiado. Las lágrimas me nublan la vista [...]. Pero yo confío en ti, oh Señor; digo: "¡Tu eres mi Dios!". Mi futura está en tus manos» (Salmo 31:9a, 14, 15a).
En vez de desesperarse, podemos decirle a Dios lo que sentimos. ¿Quisiera compartir su experiencia con aquellas situaciones?
Fuente: Venir a la Biblia para encontrar a Dios de la sección Saber del sitio Savoir et croire. ca (saber y creer).
Si luchamos con culpabilidad, oremos : «¡Oh, qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia, a quienes se les cubre su pecado!» (Salmo 32:1). Si luchamos con lo que alguien hizo, sabemos que: «Desde su trono observa a todos los que viven en la tierra. Él hizo el corazón de ellos, así que entiende todo lo que hacen» (Salmo 33:14-15). Siempre nos podemos confortar sabiendo que: «El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado» (Salmo 34:18).
¿Luchando contra culpabilidad o injusticia? ¿Quisiera compartir como usted se apoya sobre el Señor cuando? ¿Cuales Salmos le ayuden?
Fuente: Venir a la Biblia para encontrar a Dios de la sección Saber del sitio Savoir et croire. ca (saber y creer).
Nunca me había dado cuenta hasta hoy (el 6 de Septiembre de 2016) de lo que dice el Salmo 27v8 : «Mi corazón te ha oído decir: "Ven y conversa conmigo". Y mi corazón responde: "Aquí vengo, SEÑOR"» (Nueva Traducción Viviente). Se me abrí los ojos a ver este versículo sólo después de que empecé orar a Dios con una actitud explicita de escucharle a él, como en una forma de dialogo.