Lo que a mí me toca son, primero, los pasajes:
Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto (Salmo 3:3, NTV*).
Pues tú bendices a los justos, oh Señor; los rodeas con tu escudo de amor (Salmo 5:12, Nueva Traducción Viviente). Unas días más tarde, unos versículos más me animaron muchísimo también:
Me acosté y dormí, pero me desperté a salvo,
porque el Señor me cuidaba (Salmo 3:5, NTV).
En paz me acostaré y dormiré,
porque solo tú, oh Señor,
me mantendrás a salvo (Salmo 4:8, NTV). Además de ser el escudo que me permite dormir en paz, Dios escucha a los justos cuando oremos y Él nos guía de modo que somos protegidos de parte suya (Salmos 4:3; 5:7-8).
¿Quisiera compartir algo de su comprensión o experiencia con nosotros respecto a los Salmos 3-5?
Fuente: Venir a la Biblia para encontrar a Dios de la sección Saber del sitio Savoir et croire. ca (saber y creer).