Decidir por un ser querido que está perdiendo la capacidad de hacerlo

Una de las transiciones más difíciles es entre la función del cuidador que asiste y la función del cuidador que debe tomar decisiones vitales en lugar de alguien que ya no puede hacerlo por sí mismo. En este artículo comparto algo de lo que aprendí a través de este proceso y algunos recursos que me resultaron muy útiles. Este artículo se puede consultar ya sólo in su versión original francés: Apprendre à décider pour un proche qui en perd peu à peu la capacité.

En pocas palabras, mi papel como cuidadora durante un período de 8 años con mi padre me obligó a hacer ajustes continuos y graduales. Tuve que aprender a ir pasando del rol de cuidador que, en función de las necesidades, aconseja, apoya o implementa, al rol de cuidador que decide por mi padre. Fue esclarecedor para mí entender que en esta etapa de la relación entre la persona a la que se cuida y el cuidador, las decisiones que hay que tomar son de carácter sustitutivo. En otras palabras, el cuidador toma la decisión que sabe que la persona que está siendo cuidada habría tomado si aún pudiera hacerlo.

Como parte de este proceso de toma de decisiones para mi padre, me resultó liberador darme cuenta de que rechazar un tratamiento que se había vuelto inapropiado para la situación de salud de una persona no tenía nada que ver con causar la muerte. De hecho, el poder extremo de las tecnologías biomédicas modernas a veces puede conducir a una cruel prolongación de la vida y a dilemnas morales infundados. Sin embargo, si la condición médica de una persona es irreversible, es preferible dejarla ir. De hecho, bajo una apariencia inocua, ciertos tratamientos que uno podría pensar que son esenciales pueden ser equivalentes a una forma sutil de implacabilidad terapéutica.

Si bien la santidad de la vida es un valor fundamental para mi padre y para mí, ambos también somos de la opinión de que la fe cristiana que confesamos nos permite elegir que ya no deseamos recurrir a tecnologías biomédicas tan sofisticadas que tengan el poder de mantenernos vivos, incluso si la condición que padecemos es irreversible. como la vejez con trastornos degenerativos importantes.

Para leer la versión original completa de este artículo, no deje de consultar: Apprendre à décider pour un proche qui en perd peu à peu la capacité.